La perseverancia es una de las cualidades más subestimadas
en cualquier logro humano. Calvin Coolidge, el presidente número 34 de los Estados
Unidos escribió:
“Nada en el mundo puede sustituir a la perseverancia. El talento no lo hará. Nada es más común que un hombre de talento sin éxito. El genio tampoco. El genio no premiado es casi un axioma. La educación por sí sola tampoco. El mundo está lleno de personas cultas sin gloria. Sólo la perseverancia y la firmeza son omnipotentes”.
Una de las diferencias más importantes entre alguien que
triunfa y alguien que no, es que la persona triunfadora persiste y
jamás renuncia. Aun cuando se enfrente a rechazos y obstáculos nunca se dará
por vencido. Sabe lo que quiere y continúa persiguiendo su sueño hasta que
lo logra.
La mayoría de las veces si continúas intentándolo, tarde o
temprano conseguirás tu sueño, si aprendes de tus errores realizando las modificaciones oportunas.
La perseverancia es una cualidad que todos tenemos de niños,
pero al crecer muchos la perdemos por temor al fracaso o porque dejamos de creer
en nosotros mismos. Pero con frecuencia se nos olvida que el fracaso o el rechazo son
ingredientes indispensables para el éxito.
De hecho, una de las diferencias entre los triunfadores y los no
triunfadores es que para los primeros
los fracasos no son tales, sino experiencias de las que aprender.
Una de las razones por las que tan poca gente triunfa es que
muchos no están dispuestos a pasar por
el mal trago del fracaso y el rechazo, pero hay algo que puede contribuir a la
perseverancia en tiempos de fracaso: la forma en que analizas cada una de tus
tentativas:
Cuando la mayoría de la gente fracasa se centra en su error, esto a su vez hace que se sientan mal consigo mismos,
pierden confianza y ya no se sienten motivados a probar otra vez. Aquellos que
triunfan se centran en lo que hacen bien, así que incluso cuando no logran
los resultados deseados, se preguntan a sí mismos: ¿Qué es lo que hice bien y me permitió durar todo ese tiempo? Esta
es la manera en la que debes pensar si deseas perseverar en tu empresa.
“No abandones, cuando las cosas como siempre se tuerzan
Cuando el camino que tomaste cuesta arriba parezca
Cuando los ingresos son bajos y las deudas altas crezcan
Cuando reír quieras y suspirar tengas
Cuando la presión insoportable sea
Descansa un instante pero no abandones tu meta
La vida, tan extraña, giros y vaivenes nos ha otorgado
Como todos, aprendemos tarde o temprano
A muchos, un fracaso los ha derrumbado
Cuando podrían haber ganado si hubieran aguantado
No renuncies aunque tu paso parezca aletargado
Otro golpe y ya lo has logrado
El éxito es fracaso vuelto boca abajo
El color plateado en las nubes de la duda
Nunca puedes lo cerca que estás saber
Lo cercano, lejano a menudo puede parecer
Así que en la lucha nunca vayas a ceder
Y de los reveses cotidianos haz el triunfo florecer."
Edgar A. Guest
Fragmento del libro "Los 10 secretos de la riqueza abundante" de Adam J. Jackson
