:::: MENU ::::

El Blog para emprendedores

  • “He perdido más de nueve mil oportunidades en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. Me han confiado veintiséis veces el tiro ganador y he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y por eso he tenido éxito" -Michael Jordan

  • "Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, la única manera de estar realmente satisfecho es hacer lo que creas es un gran trabajo y la única manera de hacerlo es amar lo que haces"-Steve Jobs

  • “Siempre da más de que lo esperan de ti" - Larry Page, cofundador de Google.

viernes, 28 de diciembre de 2012



Cada año nuevo puedes encontrar diversas reflexiones o mensajes en la web, algunos tan buenos que te inspiran y te animan a dar el extra en tus actividades.

En Riterdan no es la excepción y ya hemos hecho nuestra publicación de este año, sin embargo, como sabemos que necesidades diferentes requieren mensajes diferentes, hemos traído para ti esta colección de 8 mensajes de fin de año a fin de que tengas más opciones para tener algo bueno que pensar y soñar para este 2013.

¡Que tengas un feliz año nuevo!

Con afecto
Riterdan (Agencia de GNP Seguros)

1.  EL MEJOR AÑO DE TU VIDA (Nuestra publicación)

2. CONSEJOS PARA EL AÑO NUEVO (Basado en el libro “No te ahogues en un vaso de agua” de Richard Carlson)

3. REFLEXIONES DE AÑO NUEVO (De la Revista Selecciones)

4. AÑO NUEVO, NEGOCIO NUEVO: ENFOCA TUS IDEAS (De la revista Entrepreneur)
7. SPOT DEL FC BARCELONA
http://www.youtube.com/watch?v=1qgiWt7mcz4

8. PROMOCIONAL DE TELEVISA

jueves, 27 de diciembre de 2012




Por César Domínguez

¿Quieres certidumbre en este año? Hazte las siguientes preguntas:

1.- ¿Qué quieres? la pregunta no es: ¿que quieren los demás?, la pregunta es: ¿que es lo que tú quieres?, piensa en lo que verdaderamente deseas.

2.- ¿Realmente lo quieres? Nunca olvides que cualquier cosa que valga la pena tener, vale la pena trabajar por ella.

3.- ¿En qué tiempo lo quieres? Si deseas algo pero no le pones una fecha para conseguirlo, lo que tienes es solo un sueño. Por el contrario una meta es aquello que vas a lograr en un tiempo determinado.

4.- ¿Qué estás dispuesto a dar a cambio? El mayor error en la vida es tener sueños de millones pero acciones de centavo. Todo tiene un precio en la vida. Decide lo que quieres, investiga cuál es el precio y paga ese precio.

5.- Y la pregunta más importante: ¿Que estás esperando? Haz una lista de lo que deseas, divídelo en etapas cortas y fáciles de poner en práctica a partir de hoy. De esta forma podrás lograr lo que tú quieras.

viernes, 21 de diciembre de 2012





De entre todas las celebraciones del año, quizá la Navidad sea la que más impacta nuestras vidas. Su calor, su color, su ambiente, su alegría… todo lo que la envuelve nos contagia y nos invita participar en ella. 

También es cierto que en estas fechas algunos comenzamos a deprimirnos: ver tanta alegría sin sentido aparente puede hacernos desear algo más sustancial, algo que realmente nos llene. Es por esto que la Navidad nos recuerda que nosotros, las personas, somos especiales; y esto es un regalo que supera cualquier objeto, artículo o aventura que tu cartera te pueda pagar. 

La belleza de este tiempo está en reflexionar que el verdadero amor permanece en este mundo; que más allá de guerras, hambre o tristeza, ese amor tú puedes transmitirlo con palabras y acciones bondadosas a otras personas y no necesitas ninguna tarjeta, cara bonita o ser simpático para lograrlo, sino solamente una voluntad dispuesta.

Es tiempo de comenzar a mirar fuera de ti, de olvidar tus propios asuntos y poner los ojos en aquello que es verdadero, honesto, amable, virtuoso, digno de respeto… y así la paz y el amor estarán en tu vida.



Con Afecto
Riterdan (Agencia de GNP Seguros en Chiapas)

viernes, 23 de noviembre de 2012

Les presentamos los 7 mitos del liderazgo, es decir, los pensamientos erróneos que la gente tiene sobre ser líder. Al terminar de leer esto se dará cuenta que ser líder no es cuestión de posición sino más bien de influencia. Esperamos que sea de beneficio para tu vida.




1. El Mito de la Posición.
Contrariamente a lo que comúnmente se cree, el liderazgo no se trata de obtener una posición más alta que los demás para ordenarles que hagan lo que a usted le plazca; más bien, consiste en influir en las personas con las que usted se relaciona, inclusive sin importar si ellas tienen una posición más alta que usted.

Los buenos líderes se interesan por las personas con las que se relacionan ya que al ayudarlas, se ayudan a ellos mismos al tiempo que crean una relación de respeto y confianza que se extiende a cualquier contexto.

2. El Mito del Destino
Muchas personas piensan “cuando esté en la cima seré un buen líder”, y no se dan cuenta que pueden ser buenos líderes desde hoy. Esto implica tomarse el tiempo para aprender los conocimientos necesarios y la experiencia adecuada en la toma de decisiones, así como cumplir debidamente con las responsabilidades de hoy. De esta forma, usted estará mejor preparado en todos los aspectos para adquirir una mayor responsabilidad en el futuro.

     3. El Mito de la Influencia
La influencia sobre las personas no depende de un título o de una posición elevada en una organización. La influencia se gana y los buenos líderes obtendrán la influencia que respalde su posición; los malos líderes verán disminuida su influencia a un nivel menor incluso de la que tenían antes de tener su nueva posición.

     4. El Mito de la Inexperiencia
Las personas que nunca han tenido una posición alta en una organización con frecuencia subestiman los factores para tener influencia en los demás. Al llegar a ser jefes, los buenos líderes se aseguran de obtener la mayor influencia posible ya que la posición por sí misma no otorga necesariamente el control.

     5. El Mito de la Libertad
Nada más alejado de la realidad está el creer que cuando uno es jefe tiene mayor disponibilidad de tiempo. Al contrario, si usted tiene a su cargo cierto número de personas y si es un buen líder, acomodará su horario de acuerdo al de ellos y los animará para que den lo mejor de sí mismos. Si usted continúa subiendo de rango, sus responsabilidades irán en aumento y contará con menos tiempo para sí mismo.

     6. El Mito del Potencial
La realidad es que la inmensa mayoría de las personas jamás obtendrán el puesto más alto en su compañía. Ahora bien, no hay que ver esto de forma negativa puesto que muchas veces las personas alcanzan su verdadero y máximo potencial en el área donde se encuentran en este momento. Si alguien no demuestra su potencial en niveles bajos, tampoco lo hará en niveles altos.

     7. El Mito del Todo o Nada
Suele pasar que la gente se frustra, se amarga o se vuelve cínica cuando se da cuenta que no puede alcanzar un puesto más alto en su organización para dirigir y liderar desde ahí. En realidad, los buenos líderes comprenden que pueden dirigir desde la posición donde se encuentren por medio de la influencia que ejerzan en los demás.

Basado en el libro "Líder de 360 grados" de John C. Maxwell
Usted puede leer el libro entero o descargarlo en el siguiente link:

viernes, 26 de octubre de 2012




La valoración de las diferencias (mentales, emocionales, psicológicas) es la esencia de la sinergia. Y la clave para valorar esas diferencias consiste en comprender que todas las personas ven el mundo no como es, sino como son ellas mismas.

Si yo viera el mundo como es, ¿de qué me serviría valorar las diferencias? ¿Por qué habría de molestarme siquiera en prestar atención a alguien que está «fuera del camino»? Mi paradigma es que soy objetivo; veo el mundo tal como es. Todos los otros se dejan enterrar por las minucias, pero yo veo todo el cuadro. Por ello me llaman «supervisor»: tengo una «supervisión».

Con ese paradigma nunca seré efectivamente interdependiente, ni siquiera efectivamente independiente. Me limitarán los paradigmas de mi propio condicionamiento.

La persona verdaderamente efectiva tiene la humildad y el respeto necesarios para reconocer sus propias limitaciones preceptúales y apreciar los ricos recursos que pone a su disposición la interacción con los corazones y las mentes de otros seres humanos. Esa persona valora las diferencias porque esas diferencias acrecientan su conocimiento, su comprensión de la realidad. Librados a nuestras propias experiencias, constantemente padecemos una insuficiencia de datos.



¿Es lógico que dos personas disientan y que ambas tengan razón? No es lógico, es psicológico. Y es muy real. Usted ve al Quijote de la Mancha y a Sancho Panza, yo veo sólo el rostro del Quijote. Los dos miramos el mismo dibujo, y los dos tenemos razón. Vemos los mismos trazos, las mismas formas. Pero los interpretamos de diferente modo, porque hemos sido condicionados para ello.

A menos que valoremos las diferencias de nuestras percepciones, a menos que nos valoremos recíprocamente y creamos en la posibilidad de que ambos tengamos razón, de que la vida no sea siempre un «o esto o aquello» dicotómico, de que casi siempre hay terceras alternativas, nunca podremos trascender los límites de ese condicionamiento.

Lo único que yo puedo ver es al Quijote. Pero comprendo que usted vea alguna otra cosa. Y lo valoro. Valoro su percepción. Quiero comprender.

De modo que cuando tomo conciencia de la diferencia de nuestras percepciones, digo: « ¡Bien! Usted lo ve de otro modo. Ayúdeme a ver lo mismo que usted».

Si dos personas tienen la misma opinión, una de ellas es innecesaria. Para mí no representaría ninguna ventaja comunicarme con alguien que sólo ve a la anciana. No necesito hablar, comunicarme, con alguien que esté de acuerdo conmigo; quiero comunicarme con usted porque ve las cosas de modo diferente. Valoro esa diferencia.

Al hacerlo, no sólo aumento mi propia conciencia; también lo estoy afirmando. Le ofrezco aire psicológico. Retiro el pie del freno y libero la energía negativa que usted tal vez haya invertido en la defensa de una posición particular. Creo un ambiente para la sinergia.



Fragmento Adaptado del libro "Los 7 hábitos de la Gente Altamente Efectiva" de Stephen Covey

viernes, 12 de octubre de 2012



Para reflexionar:

Una tortuga y una liebre  siempre discutían sobre quién era más rápida.
Para dirimir el argumento,  decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.  La liebre largó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo.  Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para  descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se  durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y  terminó  primera, declarándose vencedora indiscutible.

Moraleja: Los lentos y  estables ganan la carrera.
Pero la historia no termina  aquí...

La  liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida  y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen  vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la  liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

MoralejaLos rápidos y tenaces vencen a los lentos y  estables.
Pero la historia tampoco termina  aquí...


Tras  ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de  que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la  carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero  propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a  toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la  liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga  nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes  identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para  aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia tampoco termina  aquí...


El  tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la  primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la  tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de  enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron  la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción de  aquella que habían experimentado en sus logros
individuales.

Moraleja: Es bueno ser  individualmente brillante y tener fuertes
capacidades personales.

Pero, a  menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar  recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente  efectivos.
Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos  preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.

Es importante advertir que,  ni la liebre ni la tortuga, abandonaron la carrera. La liebre evaluó su  desempeño, reconoció sus errores y decidió poner más empeño después de su  fracaso. Por su parte la tortuga, al ver que la velocidad era su debilidad,  decidió cambiar su estrategia y aprovechar su fortaleza como nadadora en un  nuevo recorrido. Después de varias contiendas, la tortuga y la liebre  descubrieron que unidas lograban mejores resultados.

Cuando afrontamos  un desafío, hay veces que es mejor tomarse las cosas con calma y confiar en uno  mismo. Otras, conviene esforzarse más allá de los propios límites. Otras, es más  efectivo cambiar la estrategia e intentar algo diferente. Y, también, hay veces  donde lo más apropiado es unirse con otras personas.
La liebre y la  tortuga también aprendieron otra lección vital: cuándo dejamos de competir  contra un rival y comenzamos a competir contra una situación,  complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros  recursos... y obtenemos mejores resultados!

Hay muchas  liebres, muchas tortugas... y ¡muchas metas que alcanzar!


viernes, 5 de octubre de 2012


Hemos confiado la regla de oro a la memoria; ahora confiémosla a la vida.
EDWIN MARKHAM



En una oportunidad me pidieron que trabajara con una compañía a cuyo presidente le preocupaba mucho la falta de cooperación entre su personal.

«Nuestro problema básico, Stephen, es que son egoístas», me dijo. «Sencillamente no quieren cooperar. Si lo hicieran, sé que podríamos producir mucho más. ¿Puede usted ayudarnos a elaborar un programa de relaciones humanas que resuelva el problema?»

«¿Su problema es la gente o el paradigma?», le pregunté.

«Véalo usted mismo», fue la respuesta.

Así lo hice. Y descubrí que existía un egoísmo real, una falta de voluntad para cooperar, resistencia a la autoridad, comunicaciones defensivas. Comprendí que la cuenta bancada emocional al descubierto había creado una cultura de baja confianza.

«Profundicemos en la cuestión», sugería. «¿Por qué su personal no coopera? ¿Cuál es la recompensa por no cooperar?»

«No hay ninguna recompensa por no cooperar», me aseguró. «Las recompensas por cooperar son mucho mayores.»

«¿Lo son?», insistí. En una pared de la oficina de aquel hombre había un gran cuadro cubierto por una cortina. 

En el cuadro se veían unos cuantos caballos de carrera alineados en una pista. En lugar de cabezas, los caballos tenían las caras de los gerentes. Al final de la pista había un hermoso cartel de agencia de viajes con un paisaje de las Bermudas, un panorama idílico con el cielo azul, jirones de nubes y una romántica pareja que caminaba tomada de la mano por una playa de arena blanca.

Una vez a la semana, el hombre reunía a su personal en aquella oficina y hablaba sobre la cooperación.
«Trabajemos juntos. Si lo hacemos, todos ganaremos más dinero.» Después retiraba la cortina y les enseñaba
el cuadro. «¿Quién de ustedes va a ganar el viaje a las Bermudas?»

Eso era como pedirle a una flor que creciera y regar otra, como decir «Los despidos continuarán hasta que suba la moral». Él quería cooperación. Quería que su gente trabajara conjuntamente, que compartiera ideas, que todos se beneficiaran con el esfuerzo. Pero al mismo tiempo los ponía en una situación de competencia. El éxito de un gerente significaba el fracaso de los otros.

El problema de esa compañía era el resultado de un paradigma defectuoso, como suele ocurrir con muchos problemas entre personas en la empresa, en la familia y en otros tipos de relación. El presidente pretendía obtener los frutos de la cooperación partiendo de un paradigma de competencia. Y como no lo conseguía, quería una técnica, un programa, un arreglo rápido que actuara como antídoto e hiciera que su personal cooperara.

Pero no se puede cambiar el fruto sin cambiar la raíz. Trabajar sobre las actitudes y conductas equivale a arrancar las hojas del árbol. De modo que, en cambio, debemos concentrarnos en producir una excelencia personal y organizacional de un modo enteramente diferente, creando sistemas de información y recompensa que refuercen el valor de la cooperación.

Sea uno el presidente de una compañía o el portero, en el momento en que pasa de la independencia a la interdependencia, avanza hacia un rol de liderazgo. Se encuentra en la posición de influir sobre otras personas. Y el hábito del liderazgo interpersonal efectivo es «pensar en ganar/ganar».


Obtenido de: LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA de Stephen Covey

viernes, 21 de septiembre de 2012



Un modo de determinar cuál es nuestro círculo de preocupación consiste en distinguir los «tener» y los
«ser». El círculo de preocupación está lleno de «tener»:

«Me sentiré contento cuando tenga casa propia».
«Si tuviera un jefe que no fuera tan dictador...»
«Si tuviera una esposa más paciente...»
«Si tuviera un hijo más obediente...»
«Si ya tuviera mi título...»
«Si tuviera más tiempo para mí...»

El círculo de influencia está lleno de «ser»: puedo ser más paciente, ser sensato, ser cariñoso. El foco está en el carácter.

Siempre que pensemos que el problema está «allí afuera», este pensamiento es el problema. Otorgamos a lo que está ahí fuera el poder de controlarnos. El paradigma del cambio es entonces «de afuera hacia adentro»: lo que está afuera tiene que cambiar antes que cambiemos nosotros.

El enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia afuera: ser distinto, y de esta manera provocar un cambio positivo en lo que está allí afuera: puedo ser más ingenioso, más diligente, más creativo, más cooperativo.

Uno de mis relatos favoritos aparece en el Antiguo Testamento, y constituye una parte fundamental de la trama de la tradición judeocristiana. Es la historia de José, vendido como esclavo en Egipto por sus hermanos a la edad de diecisiete años. Podemos imaginar lo fácil que le hubiera resultado consumirse en la autocompasión como siervo de Potifar, obsesionarse con las maldades de sus hermanos y sus nuevos amos, y con todo lo que no tenía. Pero José fue proactivo. Trabajó sobre el ser. Y al cabo de poco tiempo, estaba a cargo de la casa de Potifar y de todo lo que Potifar tenía, por la confianza que supo despertar en él.

Llegó el día en que José cayó en una situación difícil y se negó a comprometer su integridad. Como consecuencia, fue encarcelado injustamente durante trece años. Pero volvió a ser proactivo. Trabajó en el círculo interior, en el ser y no en el tener, y pronto estuvo a cargo de la administración de la cárcel y finalmente de toda la nación egipcia, solamente subordinado al faraón.

Sé que esta idea constituye para muchas personas un cambio dramático de paradigma. Es mucho más fácil culpar a los otros, al condicionamiento o a las condiciones por nuestra propia situación de estancamiento. Pero somos responsables —tenemos «habilidad de respuesta»— de controlar nuestras vidas y de influir poderosamente en nuestras circunstancias trabajando sobre el ser, sobre lo que somos.

Si tengo un problema en mi matrimonio, ¿qué es lo que gano mencionando continuamente los pecados de mi esposa? Al decir que no soy responsable, hago de mí una víctima impotente; me inmovilizo en una situación negativa. También reduzco mi capacidad para influir en ella: mi actitud de regañar, acusar y criticar simplemente hace que ella se sienta ratificada en sus propias flaquezas. Mi capacidad para influir positivamente en la situación se va desvaneciendo y desaparece.

Si realmente quiero mejorar la situación, puedo trabajar en lo único sobre lo que tengo control: yo mismo. Puedo dejar de pretender poner en orden a mi esposa y trabajar sobre mis propios defectos. Puedo centrarme en ser un gran esposo, una fuente de amor y apoyo incondicionales. Con suerte, mi esposa sentirá el poder del ejemplo proactivo y responderá con la misma moneda. Pero, lo haga o no, el modo más positivo en que yo puedo influir en mi situación consiste en trabajar sobre mí mismo, sobre mi ser.

Hay muchos otros modos de trabajar en el círculo de influencia: ser un mejor oyente, un esposo más afectuoso, un mejor estudiante, un empleado más cooperativo y dedicado. A veces lo más proactivo a nuestro alcance es ser feliz, sonreír auténticamente. La felicidad, como la desdicha, es una elección proactiva. Hay cosas, como el clima, que nunca estarán dentro de nuestro círculo de influencia. Pero una persona proactiva puede llevar dentro de sí su propio clima psíquico o social. Podemos ser felices y aceptar lo que está más allá de nuestro control, mientras centramos nuestros esfuerzos en las cosas que podemos controlar.



Obtenido de: Los 7 hábitos de la Gente Altamente Efectiva, de Stephen Covey

viernes, 14 de septiembre de 2012




Nuestra naturaleza básica consiste en actuar, no en que se actúe sobre nosotros. Esto nos permite elegir nuestras respuestas a circunstancias particulares, y además nos da poder para crear las circunstancias.

Tomar la iniciativa no significa ser insistente, molesto o agresivo. Significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.

A lo largo de los años frecuentemente he tenido la oportunidad de asesorar a personas que querían conseguir mejores empleos; les he aconsejado mostrar más iniciativa: hacerse administrar tests de intereses y aptitudes, estudiar la industria, incluso los problemas específicos que afrontan las organizaciones, y que después elaboren una exposición efectiva para demostrar de qué modo sus capacidades pueden ayudar a resolver las dificultades de la organización. Esto se llama «venta de la solución» y es un paradigma clave del éxito comercial.

La respuesta es, por lo general, el acuerdo: la mayoría de las personas advierten cuan poderosamente ese enfoque acrecienta sus posibilidades de encontrar empleo y progresar.  Pero muchas de ellas no daban los pasos necesarios, no tomaban la iniciativa para llevar esa técnica a la práctica.

«No sé a dónde ir para someterme a los tests de intereses y aptitudes.»
« ¿Cómo estudiar los problemas de la industria y la organización? Nadie quiere ayudarme.»
«No tengo la menor idea de cómo se realiza una exposición efectiva.»

Muchas personas esperan que suceda algo o que alguien se haga cargo de ellas. Pero las personas que llegan a ocupar los buenos puestos son las proactivas, aquellas  que son soluciones para los problemas, y no problemas ellas mismas, que toman la iniciativa de hacer siempre lo que resulte necesario, congruente con principios correctos, y finalmente realizan la tarea.

Cuando alguien de nuestra familia, aunque sea uno de nuestros hijos más pequeños, adopta una posición irresponsable y espera que  algún otro se enfrente con las cosas o proporcione una solución, le decimos «¡Usa tus R’s e I’s!» (Recursos e Iniciativas). En realidad, antes que nosotros digamos nada, suele ocurrir que el quejoso se responda a sí mismo: «Ya lo sé... Tengo que usar mis R’s e I’s».

Mantener a las personas en el curso de la responsabilidad no es humillante; es afirmativo. La proactividad forma parte de la naturaleza humana, y, aunque los músculos proactivos puedan encontrarse adormecidos, sin duda están en su lugar. Al respetar la naturaleza proactiva de las otras personas, por lo menos les proporcionamos un reflejo claro, y no distorsionado, de su figura, en el espejo social.

Fuente: Los 7 hábitos de la Gente Altamente Efectiva, de Stephen Covey

viernes, 7 de septiembre de 2012




Seamos honestos: ¿Cuántas veces hemos rechazado el consejo o idea que nos dan nuestros padres, maestros o  cualquier otra persona y después hemos visto que ellos tenían la razón?

Es increíble. A diario nos llegan perlas de gran valor envueltas en pañuelos, y que despreciamos por su apariencia o por su mensajero. Otras veces somos tan ciegos que ni aunque nos pellizquen las vemos. Así pasa con muchas de las buenas palabras que emitimos a diario, unos las desperdician y otros la aprovechan.

Ahora bien ¿y qué cuando somos nosotros los emisores de estos buenos mensajes? Es decepcionante, triste y a veces irritante que nos ignoren, ¿cierto? Y lo es más si tenemos en cuenta que muchos otros engañan a la gente y sacan provecho de su credulidad.

¿Cuál es la clave entonces para persuadir?

Aristóteles, padre de la retórica (arte de persuadir), nos dice que esta depende de 3 aspectos esenciales:

Ethos- Carácter del emisor

Logos- El Mensaje

Pathos- Emociones del receptor

En resumen, para persuadir a alguien de hacer algo debemos proyectar confiabilidad y buenas intenciones (y no sólo proyectarlas sino tenerlas); elegir el mensaje adecuado (con argumentos racionales y convincentes) y por último, despertar el factor emocional en las personas (lograr que nuestro mensaje toque sus “fibras más sensibles”).

Otros factores relevantes: el tiempo, el lugar y el medio (verbal, escrito, etc.)

Si logramos persuadir a alguien a que sea mejor,
Que transforme su realidad,
O que no cometa el error de su vida
Seremos felices porque la perla que compartimos se ha multiplicado
Ahora nos pertenece a ambos.

viernes, 24 de agosto de 2012




La semana pasada te ofrecimos 5 claves para asociarte en una nueva empresa. Ahora, te damos 9 ideas de negocios que puedes aprovechar para obtener ingresos extra aparte de tu trabajo principal. Puedes tomarlos como ejemplo, hacerles modificaciones, adecuarlos a tus posibilidades, en fin, lo que tu espíritu emprendedor te dicte.

1. Agencia de viajes online
La idea es crear una empresa dedicada a la comercialización de servicios turísticos en línea, como reservación y compra de boletos de avión, hospedaje, renta de autos y tickets para atracciones y eventos especiales. Esto sin ayuda de un agente de viajes o intermediario y con alcane global, ya que el negocio opera vía web. También así se asegura una atención 24/7. Ten en cuenta que en 2009, México ocupó la 10ma posición a nivel mundial como destino turístico, registrando más de 21 millones de arribos internacionales. 

2. Chef de eventos exclusivos
A diferencia de los servicios de banquetes tradicionales, este modelo ofrece como valor agregado la compra de los ingredientes para luego llevarlos a la sede y preparar platillos en el momento, 100% personalizados y al gusto del cliente. Se trata de atender eventos no masivos, sino más bien a grupos de 4 a 12 comensales. El público meta lo integran ejecutivos y parejas Dink- Double Income No Kids, es decir, con ingresos dobles y sin niños-. Datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelan que en México hay más de 2 millones de parejas sin hijos quienes consumen este tipo de servicios premium.

3. Compra, venta y reparación de celulares
Esta industria no deja de ofrecer oportunidades para emprender, pues el año pasado la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) registró más de 76 millones de usuarios de celulares. Por lo tanto, este negocio reúne en un mismo local o kiosko comercial una oferta integral, compuesta por la venta de equipos móviles nuevos y de segunda mano, así como reparación profesional y compra de teléfonos en buen estado. 

4. Reparación y mantenimiento de computadoras
En México, hasta 2009, un total de 9,5 millones de hogares contaban con un equipo de cómputo, de acuerdo a la Asociación Mexicana de Internet (Amipci). Por eso, los servicios de reparación y mantenimiento de estos equipos son una opción de negocio rentable. Incrementa tu cartera de clientes con servicios más especializados, como la recuperación de datos y atención a domicilio. Para dar a conocer promociones y consejos, utiliza la publicidad en linea. También contempla al público integrado por empresas y corporativos. 

5. Coach de negocios
Cada vez son más los dueños de empresas y altos directivos que recurren a la figura del coach. Este asesor en particular apoya en delimitar objetivos, trazar un plan de trabajo y transformar conductas que dificultan el desarrollo de una organización. Si cuentas con experiencia empresarial y tienes la capacitación adecuada, puedes hacer que los nuevos líderes alcancen sus metas de negocio por medio de un programa de coaching personalizado  o para grupos de trabajo. La ventaja que tiene este modelo es que puedes dar asesorías en tu tiempo libre y no requieres instalaciones, pues se trabaja directamente en las oficinas de los clientes. 

6. Servicios de belleza exprés y a domicilio
En este negocio, el mercado lo constituyen las personas que prefieren no trasladarse a un salón de belleza y esperar a que las atiendan. Lleva la clínica de belleza a los hogares y ahórrale tiempo a tus clientas. Realiza cortes, peinados, alaciados y tratamientos para el cabello, así como manicure y pedicure. Investiga los precios que manejan las estéticas tradicionales y súmale el costo por el servicio a domicilio. Para generar ingresos adicionales, vende champúes, acondicionadores y cosméticos.

7. Montables inflables.
El mercado infantil sigue siendo una oportunidad por explorar. Sobre todo cuando se ofrece una opción de entretenimiento a un costo competitivo. Se estima que, a nivel mundial, los niños por sí solos tienen una capacidad de compra de unos US$ 188, 000 millones. Conquístalos a ellos y a sus padres con un equipo de montables infantiles listos para instalarse en ocasiones especiales.

8. Cabina de grabación de música 
En los últimos años, el concepto de karaoke cobró popularidad entre la población juvenil y adultos contemporáneos, de ahí que una cabina de grabación de música en formato de CD sea una buena opción para emprender. La máquina incluye todo para que el aficionado pueda grabar su propio álbum como todo un profesional: pistas en inglés y español, así como una pantalla donde se despliega la letra de la canción. El concepto puede ser bien recibido en lugares con alta afluencia de público joven, como centros comerciales, cafeterías y negocios de entretenimiento. 

9. Servicios educativos para niños
Una de las áreas de oportunidad en el modelo educativo mexicano es la enseñanza-aprendizaje de nivel básico. Este negocio consiste en dar clases extra-escolares que lleven al máximo potencial la concentración y habilidades de los pequeños del hogar. Si decides emprender esta idea, basta con poner en práctica un plan de estudios adecuado para niños de cuatro a 12 años, adaptar un espacio en tu casa (o alquilar un local) e iniciar operaciones. Asimismo, siempre mantén actualizada tu metodología de enseñanza.

Fragmento tomado de la Revista Entrepreneur Volúmen 18 Número 10 Pp. 50-66



viernes, 17 de agosto de 2012

Estos elementos te ayudarán a encontrar el mejor complemento para emprender.

Jobs (izq.) y Wozniak (der.) en los inicios de Apple.

1. La diferencia entre amigo y socio.

Una cosa es relación de amigo y otra relación de socio. A los amigos se les busca por compatibilidad afectiva: “Me caen bien”. A los socios, por compatibilidad efectiva: “Logramos cosas juntos”.

2. La asociación basada en principios.

No basta con un contrato legal de asociación, por bueno y extenso que sea. Para que dos personas puedan enfrentar con éxito una situación difícil, el éxito no reside en la perfección de un contrato sino en la calidad personal de quienes lo suscriben: compartir valores sanos.

3. Complementariedad.

Es necesario buscar cuidadosamente la complementariedad en una asociación ¿Casos de éxito? Apple (Jobs y Wozniak), Bimbo (Lorenzo y Roberto Servitje), entre otros ejemplos.
Este elemento explica en mucho la razón de éxito de una empresa. 

En general, uno de los dos socios – Jobs, por ejemplo- es más visionario, maneja las relaciones públicas, es extrovertido, estratégico y orientado al mercado. Wozniak, por su parte, es más dirigido a la operación: ordenado, metódico y concreto. En otras palabras: uno vuela y el otro aterriza.

4. Claridad de reglas

A pesar de la importancia de tener los mismos principios, subsecuentemente es esencial poner reglas lo más claras posible. Vale la pena recordar el refrán popular “cuentas claras: amistades –y negocios– largos”.

5. Una idea final.

Se trata de una reflexión sobre la amistad, pero sirve también para subrayar la importancia de elegir bien al compañero en el mundo empresarial: es más importante el socio que el negocio. 

Obtenido de: Revista Entrepreneur. Autor: Carlos Ruíz. Volumen 13. Número 03.  Pp. 64-65

viernes, 3 de agosto de 2012





Siempre es un placer ver las hazañas deportivas que se logran en unos Juegos Olímpicos o en un mundial de fútbol: nos emocionamos, reímos, gritamos de júbilo y mil cosas más, pero siempre, de alguna manera, nos mantienen atentos ya sea al televisor o al internet.

¿Por qué nos llaman tanto la atención estos eventos? 


Fácil, porque nos identificamos con nuestros compatriotas deportistas; también debido a su nivel profesional, que nos invita a contemplar la excelencia de sus ejecuciones; o simplemente, se trata de juegos de por sí emocionantes...


¿Y cuál es la moraleja? Diría mi abuelita. ¿Es tan sólo entretenimiento? Sin duda es más que eso. Y aquí está una buena razón:


Cuando vemos a una atleta como Aida Román (Tiro con arco) competir y perder el oro por apenas centímetros (cuando muchos de nosotros ya cantábamos victoria), y luego, la vemos subir al podio a recibir su plata con los brazos extendidos hacia arriba como si hubiera sido ella la campeona, entonces uno comprende el valor de la satisfacción por el trabajo realizado. Trabajo... trabajo... ¿Eso nos suena más familiar, verdad?


Al igual que ella, tú y yo enfrentamos diariamente el reto de hacer con excelencia nuestro trabajo, esa debe ser nuestra meta. Y es cierto que no siempre vamos a ganar, es de humanos equivocarse, pero cuando tu meta es alcanzar el mejor resultado, tu flecha no va a caer muy lejos de ahí, y si sabes que diste el máximo, no tienes nada de que arrepentirte, al contrario, disfruta y aprende de la experiencia, como Aida.



viernes, 13 de julio de 2012




Primer punto importante que hay que destacar: no eres tan mal orador como crees.
“Cuando invitamos a gente tímida a dar pláticas ante grupos, a menudo lo hacen mucho mejor de lo que habían pensado. Cuando se siente timidez, hay una tendencia a subestimar tu desempeño”, afirma Lynne Henderson, director del Shyness Institute (Instituto de la Timidez), organización sin fines de lucro con sede en California.

Segundo punto importante a destacar: un poco de ansiedad es buena, porque eso significa que te importa. Lo único que hace falta es canalizar tu preocupación hacia las cosas adecuadas. Debes recordar que el auditorio quiere escuchar a alguien que tiene el control de la situación y por ende, que puede ayudarlos.

La primera parte

Mira a tu audiencia. Esto lo haces dirigiéndote a ella con la cabeza, es lo mismo que harías en una conversación. Y todos los discursos deben ser conversaciones, incluso, aunque tú seas el único que habla.

Exprésale reconocimiento a la audiencia pero no de manera vaga sino de una forma específica. “Estoy encantado de estar aquí” no funciona tan bien como: “estoy encantado de estar aquí para hablar con ustedes”.

Después, de manera muy clara y sin muchas abstracciones, diles que te dispones a hacer. ¿Qué tienes para dar? ¿qué necesitan ellos? ¿en qué punto coinciden?

La historia

Los tres mejores consejos que se pueden dar a una persona que va a hablar en público son:
  •  El tema puede ser aburrido; sin embargo, las historias que cuentes no pueden ser aburridas.
  • Tú estás a cargo de la historia.
  • La gente no extrañará lo que no está ahí.

Dale a la audiencia algo para que se lo lleve: ideas, tips, reglas, algo útil.

Cómo te ves

Tómalo con calma. No es obligatorio hablar fuerte; no es imprescindible ser insistente para presionar a la gente. En una palabra: no es necesario “vender”. En el escenario, “vender” resulta simplemente insoportable.

Piensa en algún gran discurso histórico: si bien todos implican vender algo, la venta queda en segundo plano. El asunto principal es la información.

Por otro lado, se consciente de los movimientos que realizas en el escenario ya que estos se magnifican:

Cuando cruzas las piernas, la gente lo nota.
Cuando te rascas la cara, la gente lo nota.
Cuando haces una luchita de pulgares contigo mismo, la gente se da cuenta.

¡Así que estate en paz! La gente lo ve todo. Lo mejor de controlar esta clase de movimientos es que, en cierta manera, también sirve para calmarte a ti.

Cómo cerrar el círculo

Preguntar si alguien tiene dudas o comentarios al final de una charla no es tan efectivo como pedirle a la gente que levante la mano si tiene preguntas (o que simplemente las planteen a gritos) y luego seguir hablando. El objetivo es que alguien te interrumpa.

Si nadie hace preguntas, debes afinar tu discurso, porque eso quiere decir que no hiciste que se cuestionaran de qué manera tu historia afecta su vida. Porque no sostuviste una conversación. En realidad, esto refleja que has hablado a ellos, no hablado con ellos. Piensa en las manos levantadas como en un punto extra de tu desempeño.

Tu meta debe ser llegar a un punto el cual puedas decir; “tenemos tiempo sólo para una pregunta más”. Lo cual es perfecto, significa que entendieron lo que puedes hacer por ellos y quieren saber más acerca de la manera en que tu historia puede satisfacer sus necesidades. Esto sugiere que estás realizando un buen trabajo, tanto en el escenario como fuera de él.

Obtenido de Revista Entrepreneur. Año 20. Número 4. Abril 2012