Jobs (izq.) y Wozniak (der.) en los inicios de Apple. |
1. La diferencia entre amigo y socio.
Una cosa es relación de amigo y otra relación de socio. A los
amigos se les busca por compatibilidad afectiva: “Me caen bien”. A los socios,
por compatibilidad efectiva: “Logramos cosas juntos”.
2. La asociación basada en principios.
No basta con un contrato legal de asociación, por bueno y
extenso que sea. Para que dos personas puedan enfrentar con éxito una situación
difícil, el éxito no reside en la perfección de un contrato sino en la calidad
personal de quienes lo suscriben: compartir valores sanos.
3. Complementariedad.
Es necesario buscar cuidadosamente la complementariedad en
una asociación ¿Casos de éxito? Apple (Jobs y Wozniak), Bimbo (Lorenzo y
Roberto Servitje), entre otros ejemplos.
Este elemento explica en mucho la razón de éxito de una
empresa.
En general, uno de los dos socios – Jobs, por ejemplo- es más
visionario, maneja las relaciones públicas, es extrovertido, estratégico y
orientado al mercado. Wozniak, por su parte, es más dirigido a la operación:
ordenado, metódico y concreto. En otras palabras: uno vuela y el otro aterriza.
4. Claridad de reglas
A pesar de la importancia de tener los mismos principios,
subsecuentemente es esencial poner reglas lo más claras posible. Vale la pena
recordar el refrán popular “cuentas claras: amistades –y negocios– largos”.
5. Una idea final.
Se trata de una reflexión sobre la amistad, pero sirve
también para subrayar la importancia de elegir bien al compañero en el mundo
empresarial: es más importante el socio que el negocio.
Obtenido de: Revista Entrepreneur. Autor: Carlos Ruíz. Volumen 13. Número 03. Pp. 64-65
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