Necesitamos unos de otros para
vivir, eso es definitivo.
Debemos ser autosuficientes, sin
duda.
A pesar de esto, hay momentos en
la vida donde lo único que nos puede “salvar” es un favor especial, una ayuda
inmerecida o un regalo de gracia. En este momento ¿qué haces?
Como dice un anuncio
publicitario: “El -no- ya lo tienes”, entonces, lo que debes hacer es vencer el
orgullo, pena, miedo o lo que sea que te impida solicitar aquello que
necesitas.
¿De qué clase de peticiones estamos hablando?
¿De qué clase de peticiones estamos hablando?
- Los visionarios piden inversiones para cristalizar sus sueños
- Los pobres piden trabajo para sostenerse económicamente
- Los hijos piden amor para ser felices
- El novio pide el “si” de la novia
He aquí una serie de factores que
puedes considerar:
a) Momento Ideal: antes que nada, debes
elegir el tiempo preciso para hacer tu solicitud y aprovechar esos minutos
adecuadamente. Ahora bien, los tiempos nunca son favorables al 100%. Considera
los pros y contras y arriésgate cuando el viento corra más a tu favor.
b) Expresión: las palabras amables y el
buen tacto son indispensables, nacen del corazón. La gente lo percibe y está
más dispuesta a ayudar cuando se le pide de buena gana que cuando se le
solicita ayuda de forma tosca o irritante.
c) Finalidad: este factor es el meollo del
asunto, es la razón de la solicitud. Cuando lo explicas y lo engalanas con tu
toque personal, puedes tocar el corazón de la otra persona.
d) Cortesía: no importa si te dicen “no” o
si tú mismo das la negativa, no siempre podemos quedar bien con todos y cumplir
sus expectativas. Lo importante es ser cortés. Si la respuesta es positiva di “gracias”
y procura devolver esa ayuda. Si al contrario la resolución es negativa, la amabilidad
también debe estar inmersa. Cuando digas “no” hazlo de forma que la otra
persona quede contenta y comprenda tu punto de vista.
e) Valora a la gente: no seas de los que “usan”
a las otras personas para sus propósitos. Aprende a convivir con ellos,
conócelos y destaca los puntos en común que tienen. Llámales en su cumpleaños y
en ocasiones especiales: en suma, construye buenas relaciones. Su afecto será
mejor que cualquier cosa que te puedan dar.
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