10 RAZONES POR LAS QUE LAS PERSONAS NO GANAN MÁS DINERO
1.- Nunca definen con claridad qué es la riqueza. No saben cuánto es mucho dinero y para cuándo quisieran obtenerlo. Si somos capaces de desear contar con diez mil pesos, entonces podemos aspirar a ganar cien mil y después un millón. Sí se puede. Lo primero es lo primero: voy a decidir cuánto dinero habré de poseer para considerarme rico. Si crezco en una comunidad donde nadie posee un automóvil, tal vez piense que soy rico porque yo sí soy propietario de uno. ¡No! No te compares con los que tienen menos. Compárate con los ricos.
2.- Cambian continuamente la fecha para lograr su meta. A las metas hay que asignarles fecha, respetarla y, si las alcanzamos, mantener el equilibrio en las demás áreas.
3.- Definen el dinero en una forma imposible de creer.
4.- Nunca lo convierten en algo que “deben” conseguir. Cuando atravesamos dificultades financieras, expresamos: “Me gustaría tener más dinero”, o: “Debería tener más dinero”. Pero esas frases en realidad no contemplan un cambio o una evolución. Nuestro subconsciente no se involucra; más bien se mofa de nuestra actitud. Es fundamental afirmar, con seguridad: “Debo ahora mismo ganar más dinero”. Escríbelo por la noche. Recorta una foto que represente lo que deseas. Proporciónale información específica a tu mente, porque ella no sabe. Si le dices que anhelas felicidad, la mente no sabe si ésta se mide en kilos, costales o camiones. Define primero lo que es la felicidad y luego pídesela.
5.- No han elaborado un plan realista. No han planificado cómo van a obtenerlo. Una extraordinaria guía para ello es el plano de la vida.
6.- No siguen su plan, si es que cuentan con uno.
7.- Se rinden al enfrentar desafíos financieros serios. Hay personas que, aunque estén al borde de la quiebra, siguen luchando y persisten hasta que resurgen. Otros, al enfrentar retos, entran en pánico.
8.- Llevan a cabo su oficio o manejan su negocio como si estuvieran desempeñando un empleo. Algunos, después de vivir dedicados a trabajar para una empresa durante diez o quince años, salen para iniciar su propio negocio. Abren a las nueve de la mañana, comen de una a dos y cierran a las seis y media. No se han enterado de que ya son independientes. En su interior siguen siendo empleados. Muchos de ellos informan más adelante: “No funcionó. Mejor vuelvo a mi empleo”. Y abandonan su negocio.
9.- Permiten que el pesimismo de otros afecte su optimismo. No compartas tus metas con seres negativos. Si te propones: “Ahora sí me pondré a dieta, conseguiré un buen puesto, ganaré más dinero…”, los negativos, sin darte tiempo a terminar de hablar, interrumpen con un: “No, no, no vas a poder”. Intenta convertir a un negativo en positivo: quedarás exhausto.
10.- No buscan asesoría profesional. Es necesario que aprendamos a comprar servicios. Por lo general, los seres humanos deseamos que se nos proporcione algo físico, no sólo información. Pues bien, llega un momento en que todos nos estancamos en el aspecto profesional y de ahí surge la necesidad de asesorarnos. Sea cual sea tu trabajo, asegúrate de crecer y rodearte de gente más inteligente que tú, para que puedas dar un salto en tu desarrollo. Crecemos a pasos. Si te vuelves a estancar, vuelve a recurrir a la asesoría y da otro salto. Nadie se hace millonario de la noche a la mañana, a menos que le atine a la lotería.
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